Durante su intervención en el “11 Encuentro del sector bancario”, organizado por IESE y EY, Linde afirmó que el entorno en el que opera la banca es complicado y se enfrenta a retos, como la presión regulatoria, los cambios tecnológicos y la falta de rentabilidad.

Según Linde, a pesar de que los beneficios de la banca han mejorado, los niveles actuales de rentabilidad, en el entorno del 5%, “se sitúan aún por debajo de las estimaciones del coste de capital”.

El gobernador subrayó que la sostenibilidad en el tiempo del margen de intereses depende directamente de la actividad bancaria, “y ésta es todavía reducida”. Además, dijo que el beneficio de la banca está sostenido por los resultados del negocio fuera de España.

Además, apuntó como problema el “elevado” volumen de activos improductivos dudosos y adjudicados que mantienen las entidades financieras españolas, si bien los activos dudosos “se están reduciendo de manera significativa desde que la economía ha recuperado tasas de crecimiento en el entorno del 3%”.

Pero Linde reconoció que la banca española dispone de “alternativas” para enfrentarse a estos retos, “ajustar su estrategia y aumentar su rentabilidad”. Así, dijo que el sistema bancario español mantiene todavía una densidad de oficinas superior a la media europea, “por lo que este proceso puede tener aún cierto recorrido”.

Linde subrayó que la banca española también debe “profundizar” en llevar a cabo un esfuerzo en innovación tecnológica y adaptación digital, como igualmente deberán afrontarlo el resto de entidades europeas.

ESTABILIZACIÓN DEL CRÉDITO

Con todo ello, Linde destacó que después del “intenso” proceso de saneamiento llevado a cabo por la banca española y la mejora lograda en la calidad de activos, liquidez y solvencia, e sistema bancario “están en disposición de afrontar los retos que se plantean”.

“Pero hay que reconocer que el panorama es muy diferente del que existía antes de la crisis, puesto que hoy es más exigente, competitivo y sometido a incertidumbres”, aseveró el gobernador del Banco de España.

Con relación de la financiación, Linde se felicitó que las entidades de depósito han disminuido su apelación al Eurosistema. Junto a ello, dijo que los depósitos del sector privado en España experimentaron un “leve” descenso, lo que se está traduciendo en una “recomposición de sus ahorros entre depósitos y otras inversiones”.

Linde también se refirió al crédito del sector privado residente e indicó que en octubre las tasas interanuales de variación seguían siendo negativas, “si bien cada vez menores en términos absolutos”.

En este sentido, se mostró convencido de que la tendencia es ir acercándose a una variación cero, lo que significa que los volúmenes de crédito “pueden estabilizarse en 2016 por primera vez desde el año 2011”.