Rajoy regresó a la capital de Baleares este 9 de diciembre después de haber visitado la misma ciudad el pasado 14 de mayo. Hoy es candidato del PP a las elecciones del 20 de diciembre. Entonces, vino a apoyar al presidente balear, el popular José Ramón Bauzá, que perdió y renunció a su cargo regional tras las elecciones del pasado 24 de mayo.

Hace algo más de medio año, el líder popular paseó por el centro de Palma de Mallorca entre saludos y alguna foto, pero también abucheos, gritos y la advertencia del ‘tic tac’, que en aquel momento había generalizado el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias.

"Delincuente", "asesino" o "chorizo" fueron algunas de las palabras que le dedicaron los vecinos ante la cara de circunstancia de Bauzá.

Este sexto día de la campaña de las generales, Rajoy llegó al Mercado El Olivar de Palma entre aplausos y ovaciones de “Presidente”. En la puerta, le esperaban decenas de cámaras y varios vecinos y sólo uno de ellos se atrevió a gritar “¡Fuera!” al jefe del Ejecutivo, a lo que los simpatizantes de Rajoy respondieron, de nuevo, al grito de “¡Presidente!”.

Dentro del mercado, entre puestos de fruta, carne, pescado y embutidos, acompañado del nuevo equipo regional que encabeza Miquel Vidal, Rajoy compró una ensaimada típica de Mallorca.

Se fotografió con los que hacían la compra pasadas las 12 de la mañana e incluso conversó durante unos segundos con un grupo de chicas adolescentes que, preocupadas, le preguntaron si la situación va a mejorar para los jóvenes. El candidato popular prometió empleo y formación porque está convencido de que las cosas van a ir mejor. Les sirvió la explicación.

Su equipo no dudó en subrayar que, ante un acto sin altercados, previo al mitin en el que 'vendió' optimismo, la conclusión ante el 20 de diciembre es clara: “Huele diferente”.