Así lo afirmó este miércoles el responsable de la campaña de Transgénicos de Greenpeace, Juan Felipe Carrasco, en el blog de la organización.

Según alerta la ONG, la patata de la multinacional BASF "lleva un gen que podría anular el efecto de ciertos antibióticos empleados para tratar, por ejemplo, la tuberculosis".

Aunque se va a cultivar fundamentalmente para uso industrial, Greenpeace alerta de que "nos la encontraremos en nuestros platos por varios motivos".

En primer lugar, "porque se ha autorizado para uso en piensos compuestos", por lo que "llegará a través de los derivados animales, igual que con el maíz", y "porque se colará en la cadena alimentaria por contaminación".

Eso supone, según los ecologistas, que "no es científicamente descartable que acabemos comiendo tortillas que anulen el efecto de medicamentos importantes, por ejemplo".

Para evitarlo, Greenpeace ha convocado una manifestación en Madrid el 17 de abril, a la que espera que se acuda "masivamente" para protestar contra los transgénicos.

La organización espera conseguir "parar esta locura y que el Gobierno de España prohíba su cultivo".