Rosell mostró esta actitud en un acto en Málaga centrado en corrupción, al coincidir hoy con la entrada en vigor de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.

La magistrada hizo públicas una serie de anécdotas personales, que aseguró nunca había contado en público. Por ejemplo, como cuando descubría que se estaba pinchando el teléfono información sobre un asunto de corrupción, y que luego esa información tenía que pasar el filtro de Delegación del Gobierno "y más allá".

También contó que ha visto con sus propios ojos cómo inspectores de Policía que le han ayudado en algunos casos de corrupción han ido luego en coches camuflados patrullando una ciudad.

"Yo estoy convencida de que esto puede cambiar; siempre he estado del lado de la ley, digan lo que digan", proclamó.