La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, señaló en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que la presa es “una infraestructura fundamental” para la mejora del abastecimiento urbano y los usos industriales de todos los municipios de la cuenca del Cidacos y próximos al eje del Ebro.

El embalse beneficiará a más de 63.000 habitantes y, con un volumen útil de 46,5 hectómetros cúbicos, garantizará los regadíos de 5.486 hectáreas.

La inversión, que se distribuirá en cuatro anualidades, irá destinada a ejecutar las actuaciones necesarias para continuar y completar la ejecución de la presa.

Las obras aprobadas consistirán en el acondicionamiento de la carretera LR-115 entre Enciso y Arnedillo; la estabilización de taludes, el sostenimiento y drenaje de la variante LR-115, y en trabajos adicionales de estabilización y drenaje de elementos de la presa y la reposición de servicios afectados.

Sáenz de Santamaría recalcó que las obras del embalse se iniciaron en 1997 con un plazo de ejecución previsto de 36 meses, pero 15 años después sólo se había completado un 30%, con lo que los trabajos se han retomado en esta legislatura.