Según el estudio, con la edad parece disminuir la frecuencia de los recorridos largos, así como el número de personas que recorren distancias superiores a los 50 kilómetros. Además, son menos las personas que se ven obligadas a conducir bajo condiciones de tráfico denso.

Las condiciones ambientales que generan una mayor dificultad para conducir son el mal tiempo (69%), la noche (57%) y los cambios de luz (41%). Debido a éstas y a otras dificultades, los conductores mayores suele conducir por vías con buen alumbrado (82%), con buena señalización (76%) y que se encuentran bien asfaltadas (74%).

Respecto a los vehículos, el 26% de los conductores encuestados indicaron que su coche tiene tres años o menos y un 37% utiliza un automóvil con una antigüedad de entre 5 y 9 años.

El 88% de los conductores mayores de 55 años considera que los jóvenes suelen conducir muy deprisa, mientras que el 64% de los jóvenes estima que los mayores conducen muy despacio. Complementariamente a ste dato, el 46% de los encuestados opina que los conductores jóvenes son frecuentemente maleducados, frente a un 15% que considera que los mayores también lo son.

Los conductores efectúan frecuentemente el mismo recorrido, lo que ocurre en el 57% de las ocasiones. No varía con la edad el número de personas que efectúan diariamente el mismo recorrido.