Además, según este sondeo, se reducirán ligeramente los que gastarán menos o mucho menos (del 32% al 28%) y se mantienen estables los que indican que subirán su gasto (del 16% al 17%).

Aquellos que bajarán sus gastos aducen principalmente a los problemas económicos (32%) para justificar ese descenso, mientras que los que lo subirán señalan como argumento que se deberá al incremento de precios (18%).

En cuanto al nivel de gasto, un 38% de las familias consideran que gastarán menos de 500 euros adicionales en estas fiestas, mientras que un 29% amplía su rango de desembolso a entre 500 y 1.000 euros. Estos datos calcan prácticamente los obtenidos en 2014 aunque casi un 18% desconoce ahora mismo cuánto dinero va a gastar.

Respecto al destino de este dinero, casi un 47% concreta que su mayor gasto será en regalos (sin contar juguetes), seguido de la compra de alimentos para estas fechas (19%) y juguetes (13%).

Por otro lado, si las familias necesitaran recortar en las compras en algún sector, el que más sufriría ese recorte sería el ocio (señalado por el 27%), seguido de cerca por los regalos (sin contar juguetes, 22%), la lotería (21%) y las comidas fuera de casa (20%). Donde menos se recortaría sería en la compra de alimentos para las comidas en casa (3%).