La Sala de Gobierno de la Audiencia Nacional considera "satisfechas" las necesidades de los jueces que se quejaron del nuevo edificio
- Los instructores denunciaron “graves disfuncionalidades” y salas de declaración “pequeñas”, “agobiantes” y que permitían oír las declaraciones desde fuera
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
La Sala de Gobierno de la Audiencia Nacional considera que la “distribución de espacios y de su uso” en el nuevo edificio de este tribunal, inaugurado el pasado 22 de octubre, deja “suficientemente satisfechas las necesidades de los juzgados de instrucción”. Así responde a los jueces de instrucción que el pasado 13 de noviembre denunciaron “graves disfuncionalidades” y carencias que dificultan su labor tras una completa remodelación que duró tres años y costó 27 millones de euros.
Los instructores, que se reunieron en la Junta Sectorial el pasado 4 de noviembre, trasladaron su escrito de protesta a la Sala de Gobierno de la Audiencia Nacional, para que pusiera en conocimiento del Ministerio de Justicia y del Consejo General del Poder Judicial “las graves disfuncionalidades” que han apreciado en sus primeras semanas de trabajo en el nuevo edificio.
Santiago Pedraz, Ismael Moreno, Juan Pablo González, Fernando Andreu y José de la Mata suscribían por unanimidad un texto en el que protestan por la limitación del espacio destinado a los funcionarios, que en cuatro de los seis juzgados no permitiría un aumento del plantilla. Además, explican que el reducido espacio obliga a colocar fotocopiadoras y otros materiales en zonas de paso, "vulnerando así las normas sobre riesgos laborales". En el documento falta la firma del juez Eloy Velasco, que se encontraba de permiso.
Explican que no existen salas de espera, ni hay espacios que permitan atender “en condiciones dignas” a público y profesionales y que tampoco disponen de sitio para examinar las actuaciones.
Denuncian, además, que las salas de declaración son “pequeñas, agobiantes para declaraciones de más de dos horas, y desde fuera se puede oír fácilmente lo que se habla dentro”. Tampoco se ha habilitado alguna sala de mayor tamaño “para el caso de que tengan que asistir muchos profesionales, lo cual acontece en múltiples ocasiones”.
En su respuesta, la Sala de Gobierno indica que teniendo en cuenta “las propuestas de implementación de soluciones ya realizadas y proyectadas, así como la distribución de espacios y de su uso” hecha por la Sala, “quedan suficientemente satisfechas las necesidades de los juzgados de instrucción para que puedan realizar con toda normalidad su función jurisdiccional”.
Ello no es obstáculo, dice el escrito de la Sala de Gobierno, para que se mantenga “la línea de colaboración entre los órganos e instituciones concernidas para solventar cualquier problema pendiente o que pueda surgir en los sucesivo”.
INTIMIDAD DE LOS TESTIGOS
Los instructores se quejaban, además, de que en el pasillo de espera a las salas de declaración “confluyen múltiples personas, de forma que ni siquiera existe un lugar para preservar a los testigos, y asimismo cuando el juez acude a la sala respectiva debe hacerlo entre todas ellas”.
Critican la inexistencia de una sala de reuniones para los jueces, donde puedan mantener encuentros entre ellos o con fuerzas policiales, Ministerio Fiscal u otros operadores jurídicos, que no caben en sus despachos, preparados para acoger un máximo de cinco personas.
En el quinto punto del escrito indicaban que el Decanato está ubicado dentro del archivo documental, “sin un espacio digno”, que tampoco se ha previsto para el registro penal. “Resulta paradójico que mientras en la antigua sede ninguno de estos problemas acontecía, ahora en el nuevo edificio se den, redundando obviamente en perjuicio de una adecuada Administración de justicia”, dicen los magistrados.
Por eso, solicitan que el Decanato, el registro penal, las salas de espera y consultas para profesionales, dos salas de uso alternativo y otras dos de reuniones se reubiquen en las plantas primera y baja del edificio y que los seis juzgados se distribuyan en tres plantas y no en dos como están actualmente.
Además, proponen que en la zona subterránea bajo la plaza de la Villa de París se permita el uso de espacios en el caso de que en los juzgados no haya suficiente, se cree un acceso independiente a las salas de declaración, la insonorización de las salas de declaración y la habilitación de una pequeña dependencia para preservar a los testigos.
(SERVIMEDIA)
24 Nov 2015
SGR/caa