Según informó hoy a Servimedia una fuente e Adif, por ahora la situación está "bastante normalizada". Sin embargo, en el caso de que se produzcan vientos huracanados, es decir, rachas que lleguen hasta los 120 ó 140 kilómetros por hora, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias tendrá que cortar la circulación en el noroeste peninsular. Todo dependerá, por tanto, de la evolución de las circunstancias meteorológicas.

Como medidas preventivas, Adif tendrá en alerta hasta el domingo a sus equipos de mantenimiento. Además, se reforzará la inspección de las líneas de electrificación y circularán vagonetas especiales, para que geólogos y expertos puedan analizar el riesgo de desprendimientos (de roca, ramaje, etcétera).

Las estaciones y sus áreas de restauración permanecerán abiertas, para atender a los viajeros que podrían verse obligados a interrumpir sus trayecto a mitad de recorrido.

Como medida de precaución, Adif también baraja reducir la velocidad de circulación de los AVE.

Asimismo, la citada fuente explicó que Renfe prepara un plan alternativo para el transporte por carretera de los viajeros, que sólo se pondría en marcha en caso de ser neceario.