A la presentación asistieron el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz; de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria; Fomento, Ana Pastor; y Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, entre otras autoridades.

El acto comenzó con un minuto de silencio en recuerdo de los fallecidos en los ataques del pasado viernes sucedidos en Francia. Rajoy se refirió los mismos como la “principal amenaza de nuestro tiempo y el principal reto al que se enfrentan los países occidentales”.

Esto le sirvió para “rendir tributo” a Francia por el atentado que “golpeó vilmente el corazón” del país galo el pasado viernes causando la muerte de, al menos 129 personas, tres de ellas con nacionalidad española, y 352 heridos. Este atentado, agregó, “nos une en el dolor y en la pretensión de derrotar al enemigo público número uno de las democracias avanzadas”.

Es por ello que el jefe del Ejecutivo defendió que España combate con “determinación y voluntad” desde el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a un tipo de terrorismo que utiliza “unos patrones de actuación no convencionales”.

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores aseguró que el ataque visto en París es “distinto al conocido”, ya que ahora “se sirve del terror, pero no sólo del terror”, ya que sus esbirros tienen “una excelente preparación militar y un uso excelente de las redes sociales”.

Agregó que de los atentados del 13 de noviembre hemos aprendido dos cosas “que no sabíamos”. Margallo indicó que hasta ahora se habían valido de “lobos solitarios” y que el terrorismo internacional se sirve en estos momentos de “comandos coordinados”.

CATALUÑA

Ambos dirigentes también se refirieron al anhelo independentista de Cataluña. Por su parte, Rajoy manifestó que el “desafío” secesionista por parte de “unos grupos del Parlamento de Cataluña” no va a perjudicar a la Constitución. "España no se va a romper y ningún español va a ser privado a decidir sobre su soberanía y ningún catalán va a ser obligado a escoger” entre ser español o catalán, ya que tienen “lo mejor” que se puede tener, que es “ser catalán, español y europeo”.

La ley, dijo, “se va a cumplir” y el Gobierno adoptará “todas las medidas necesarias”, igual que se recurrió ante el Tribunal Constitucional la resolución que aprobó el parlamento catalán para iniciar el proceso independentista. “Nos gustaría que el asunto terminara en este punto y no tener que adoptar otra medida, pero eso no depende de mí. Creo que cuento para ello con el apoyo de la inmensa mayoría de los españoles” y hay que “mantener ese consenso básico”.

El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, por su parte, acusó directamente al Gobierno catalán de utilizar sus ansias independentistas para tapar la mala gestión que ha realizado de la crisis económica. “Ahora se esgrime el Estatuto como causa del auge independentista, aunque malicio que el independentismo quiere apuntar la culpabilidad de la crisis a cualquiera que no sean los dirigentes de Cataluña. Cualquiera, menos ellos”, sentenció.

Por último, Margallo explicó que desde que llegó al Ministerio en 2011 las tardes de todos los viernes ha mantenido reuniones con colaboradores para tratar el desafío independentista en Cataluña que ha sido, a su juicio, “el mayor reto de la legislatura”.