Esta organización indicó que la reunión del G-20 “no ha dado una orientación política clara” para la próxima cumbre mundial sobre el clima, que se celebrará en París (Francia) del 30 de noviembre al 11 de diciembre, “a pesar de que el cambio climático sigue siendo el principal problema medioambiental del planeta”.

Así, consideró “imprescindible” un compromiso para la reducción de las emisiones contaminantes antes de 2020 con el fin de mantener el calentamiento del planeta por debajo de los 2ºC o incluso, como sugieren cada vez más expertos, de los 1,5ºC respecto a la era preindustrial.

Greenpeace indicó que las políticas adoptadas por el Gobierno de Rajoy en materia de clima y energía “han sido contrarias a combatir el cambio climático”, al favorecer la entrada de nuevos proyectos de “energías contaminantes” como la fractura hidráulica o ‘fracking’, la extracción de petróleo en el mar y por “seguir alimentando la quema de carbón con dinero público”.

“De hecho, durante 2014 España fue el único país de la UE que aumentó su producción de energía con carbón, mientras se ha bloqueado el desarrollo de las energías renovables”, apuntó, antes de señalar que la quema y la extracción del carbón ha recibido más de 32.000 millones de euros desde 1992 en “subvenciones que han pagado los ciudadanos con sus impuestos y en la factura de la luz”.

La responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace, Tatiana Nuño, recalcó que “el Gobierno tiene que trabajar desde ya para frenar el cambio climático y presentar medidas para asegurar que se abandona el uso de las energías sucias”.

“Si quiere realmente actuar frente al cambio climático, debe eliminar todas las subvenciones a las energías sucias, presentar un plan para el abandono del carbón no más tarde de 2025 y establecer un marco legal que proporcione estabilidad para las inversiones destinadas a la transformación del sistema energético", declaró.

Además, Greenpeace apeló a la “urgencia” de llevar a cabo una reforma del sector energético que fije como objetivo alcanzar para 2050 un suministro del 100% de la demanda de energía final total con energías renovables.