Ese año, las tropas de ocupación nazi reprimieron con dureza una manifestación de estudiantes de Medicina en Praga, y uno de ellos resultó muerto. En las protestas subsiguientes y durante los funerales murieron nueve personas más entre alumnos y profesores, y el día álgido de dicha represión tuvo lugar un 17 de noviembre.

Desde entonces, varias asociaciones de estudiantes europeas reivindican la celebración de esta efeméride.

También un 17 de noviembre marcó las protestas en Atenas contra la junta militar griega (de hecho esta jornada es festivo en el país heleno) y desde 2000 República Checa conmemora este día, que en 1968 fue origen de varias protestas estudiantiles que impulsaron la Revolución de Terciopelo.

Por todo ello, Canae reclama a la ONU que declare esta fecha Día internacional del Estudiante. También reivindica la creación de un Estatuto del Estudiante No Universitario igual que el ya existente para los universitarios, donde se recopilen y clarifiquen los derechos y deberes de los y las estudiantes en todos los ámbitos.