Así se puede concluir de las palabras que pronunció durante la apertura de la CVI Asamblea Plenaria, que sin referirse explícitamente al asunto dijo: “Nos preocupa grandemente la grave situación creada por quienes, al margen y en contra de la ley, pretenden romper la unidad de España”.

En su opinión, “poner en cuestión, de manera unilateral, esta situación constitucional introduce inseguridad, inquietud, incertidumbre, riesgo de caos, división de la sociedad”.

Por ello, pidió a Dios que otorgue a los gobernantes “la luz, la serenidad y la fortaleza necesarias para acertar en esta complicada situación” y una “regeneración ética” para el conjunto de la sociedad, así como “la imprescindible confianza en las instituciones que nos hemos dado para garantizar la justicia, el progreso, el orden y la paz social”.

Blázquez también reclamó libertad religiosa y subrayó la aconfesionalidad del Estado ante “una clara tendencia al laicismo”. “La fe es un bien para todos, un bien común”, recalcó.