Desde Barcelona, Sánchez expuso varias medidas que considera que deben aplicarse basadas en una estrategia europea contra la radicalización y el terrorismo yihadista, con tres grandes vectores: la creación de una verdadera comunidad de inteligencia europea que garantice el intercambio y puesta en común de la información, el bloqueo de los canales de financiación de los grupos yihadistas que permiten a DAESH y a otros grupos islamistas radicales mantener sus estructuras criminales y una batería de medidas educativas y de integración que prevengan la radicalización de jóvenes y dificulten su captación por las redes yihadistas.

Sánchez hizo estas declaraciones tras reunirse en la sede de la Unión del Mediterráneo con el secretario general de la organización, el embajador Fathallah Sijilmassi, y con la secretaria general adjunta, la embajadora Delphine Borione.

El líder socialista pidió al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que “rectifique” en los recortes que aplicó en materia de jurisdicción universal, para que España pueda ser otra vez referente en la defensa de los derechos humanos.