Ferrer es el preso número 55 de conciencia reconocido por Amnistía de personas encarceladas actualmente en Cuba, donde murió esta semana el disidente Orlando Zapata tras 85 días en huelga de hambre, también adoptado como preso de conciencia por AI.

Amnistía pidió al presidente de Cuba, Raúl Castro, la liberación inmediata y sin condiciones de Ferrer, que no ha sido llevado a juicio y se encuentra recluido en una prisión de máxima seguridad en La Habana junto con reclusos condenados por delitos violentos.

Gerardo Ducos, investigador de AI en Cuba, afirmó que "la acusación contra Darsi Ferrer es claramente un pretexto. Creemos que fue detenido como castigo por su trabajo para promover la libertad de expresión en Cuba".

"Toda persona acusada de ese delito normalmente espera el en libertad bajo fianza, no en una cárcel de máxima seguridad. Éste es otro intento de las autoridades cubanas para obstaculizar la labor de los activistas de derechos humanos en Cuba", apostilló.

Según Amnistía, Darsi Ferrer y su esposa Yusnaimy fueron detenidos sin una orden válida el pasado 9 de julio en La Habana, antes de participar en una manifestación en favor de la libertad de expresión, pero fueron puestos en libertad sin cargos después de ser interrogados varias horas y ser Ferrer esposado y golpeado por ocho oficiales de policía.

Sin embargo, Ferrer fue arrestado de nuevo el 21 de julio y trasladado a una comisaría para que respondiera sobre los materiales de construcción que la policía se había confiscado en su detención anterior y que se encontraban en el porche de la casa.

Ferrer fue acusado de obtener ilegalmente estos materiales, por lo que fue llevado a una prisión de máxima seguridad en las afuera de La Habana.

Amnistía Internacional señaló que un amigo de Ferrer le dio estos materiales de construcción (dos sacos de cemento y algunas vigas de hierro) antes de abandonar el país, ya que el ahora detenido no había terminado la restauración de su casa.