El líder del sector crítico de UPyD acusa a la dirección de "autoritarismo", "mesianismo" y "desmedidas ansias de poder"

- En una carta que predice que podría convertir su suspensión de militancia en expulsión

MADRID
SERVIMEDIA

El líder del sector crítico de UPyD, Valia Merino, cuya lista fue derrotada por la de la diputada Rosa Díez en el Congreso celebrado por el partido en noviembre, envió hoy una carta al Consejo de Dirección en la que le niega toda "capacidad ética y moral" para sancionarle y aprovecha para arremeter contra la dirección, acusándola, entre otras cosas, de "autoritarismo", "mesianismo" y "desmedidas ansias de poder", y de no cumplir "los mínimos exigibles de democracia interna".

Merino, expedientado por dos veces este año como consecuencia de una reunión no autorizada que mantuvo con otros disidentes del partido y por las subsiguientes declaraciones a la prensa, está en la actualidad suspendido temporalmente de militancia. En la carta, afirma haberse limitado a "ejercer el derecho sagrado de la libertad de expresión", que, según su versión, los dirigentes de UPyD "siempre emponzoñan con el insulto, haciéndose pasar por víctimas en vez de verdugos, que es lo que son".

El líder del sector crítico justifica su ausencia a la reunión a la que fue convocado el pasado 19 de enero como consecuencia del primer expediente por que tenía "otros compromisos" y, además, "carecía de cualquier propósito de enmienda", porque pensaba seguir contraviniendo la supuesta directriz de que "los militantes no se pueden reunir sin la presencia del censor o comisario político".

Respecto al segundo expediente, en el que fue acusado de desacato, se ratifica en la carta: "Si desacato es decir que son antidemocráticos y estalinistas y que no respetan las más mínimas reglas de la democracia interna, pues entonces estoy desacatando (...) Si desacato es no prestarme a la pantomima del juicio inquisitorial que pretendían montar con el expediente informativo y con este expediente disciplinario y denunciarlo, pues sí, estoy desacatando".

Merino acusa personalmente al responsable de Programa y Acción Política de UPyD, Carlos Martínez Gorriarán, de haber iniciado más de 14 expedientes en lo que va de año y de pretender "codearse en los libros de Historia con Beria y Robespierre, ya que no pasará a ellos por ninguna otra razón". Apuntala su crítica reproduciendo un artículo publicado por Gorriarán en 2006 en defensa de la democracia interna de los partidos que, a su juicio, ahora incumple.

Respecto a Rosa Díez, Merino se jacta de haber "desenmascarado a la líder carismática que se ha transmutado de mujer progresista y moderna en una señora chillona, que grita en vez de dialogar (y esto no es insultar es constatar un hecho y un pitido constante en nuestros oídos que todavía pervive), que desea acallar a todo aquel que pueda turbar su placida jubilación dorada, a la europea". Según su versión, "ése es el verdadero motivo de los expedientes abiertos".

El líder opositor de UPyD se muestra seguro de que su "expulsión está ya decidida de antemano" y barrunta que "quizá sea este escrito el mecanismo que convierta la suspensión en expulsión". Por ello, termina despidiéndose de los militantes y reiterando su convicción de que "España necesita un partido que se parezca al UPyD fundacional, no a la caricatura en la que el Consejo de Dirección lo ha convertido".

(SERVIMEDIA)
26 Feb 2010
KRT/lmb