El portavoz del RACE, Antonio Lucas, manifestó, en declaraciones a Servimedia, “no estar en contra” de esta medida porque se ha tomado para proteger la salud de los ciudadanos y para “concienciar a los automovilistas de hacer un uso responsable del vehículo”.

En este sentido, indicó que “no es una medida para sancionar, sino para concienciar”, ante un eventual repunte en el número de multas ante el descenso en los límites de velocidad de la M-30 y de otras carreteras de acceso a Madrid.

Sin embargo, Lucas invitó al Ayuntamiento de Madrid a convocar la Mesa por la Movilidad para que se expongan los resultados de estas restricciones circulatorias con el fin de prevenir próximos episodios de contaminación y proponer otras acciones como la promoción del transporte público o de la bicicleta, la mejora de las infraestructuras y potenciar los vehículos eléctricos y el coche compartido.

"PRUDENTES" CON LAS MULTAS

Por su parte, el presidente de AEA, Mario Arnaldo, calificó de medida de “dudosa eficacia” la limitación de la velocidad porque “no se ha respetado” y porque el aumento de la contaminación “tiene que ver con otros factores y no solamente con el tráfico”.

“Esta medida no es efectiva. Reduciendo el límite de velocidad de 90 a 70 kilómetros por hora en la M-30 y en las vías de acceso no es la solución. No a menor velocidad necesariamente se contamina menos”, apuntó.

Además, Arnaldo pidió a los responsables del ayuntamiento que sean “prudentes” en la formulación de denuncias a los conductores que hayan corrido más de la cuenta. “El automovilista madrileño no está habituado a estas medidas, al contrario que el de Barcelona”, apostilló.