En este ejercicio, el primero completo de la compañía tras la fusión entre Campofrio y Groupe Smithfield Holdings, la facturación consolidada se elevó hasta los 1.846 millones de euros.

Aunque la mejora de 924,8 millones de euros frente a 2008 fue debida a la consolidación de los balances tras la fusión, cabe destacar que, en términos comparables, la cifra de ventas consolidada de la compañía retrocedió un 5,9%, como consecuencia de la situación económica y de la presión de precios experimentadas.

El Ebitda reportado de la compañía, al cierre de 2009, fue de 135,8 millones de euros, incluidos 8,5 millones de euros de coste de reestructuración. Sin este impacto, el Ebitda ajustado alcanzó los 144,3 millones de euros, 3,9 millones de euros mejor, en términos comparables, que el de 2008.

La deuda financiera neta se redujo en 3,4 millones de euros, hasta situarse en 410,2 millones de euros, "todo ello a pesar de los costes asumidos en 2009 relacionados con la fusión llevada a cabo".

A pesar de la recesión económica y del contexto de deflación, Campofrio Food Group atribuye la mejora de su beneficio a los programas de mejoras de costes y de captura de sinergias llevados a cabo en 2009.

De hecho, tras haber capturado 25 millones de euros de sinergias durante los pasados doce meses, más de la mitad de los 40 millones de euros marcados como objetivo para el cierre de 2012, la compañía está "perfectamente posicionada para afrontar el corto y medio plazo".

La compañía también incidió en el "equilibrio" que mantiene entre la producción de marcas propias y de marcas de la distribución, que le ha permitido adaptarse con flexibilidad durante el pasado año a las nuevas necesidades de los consumidores y de cada mercado.