Los sindicatos explican en un comunicado que en 2009 se aplicó una subida salarial del 2,6%, tomando como referencia un incremento de la inflación del 2%. Sin embargo, los precios aumentaron el año pasado un 0,8%, es decir, 1,2 puntos menos que la subida aplicada.

Debido a este desfase entre la inflación real y la aplicada en la subida salarial, los sindicatos aceptaron mantener los sueldos en este ejercicio y sólo aplicar la cláusula de revisión al final del año, en el caso de que la suma de la inflación de 2009 y 2010 supere el 2%.

En este caso, si finalmente el IPC acaba el año por encima del 1,2%, la subida adicional de los salarios tendrá efectos retroactivos desde el 1 de enero de 2010.

Asimismo, si se produce esta subida, las empresas en dificultades que cumplan con las condiciones que establece el convenio podrán solicitar la aplicación de la cláusula de descuelgue, para no tener que incrementar los salarios.