Pablo Casado, vicesecretario de Comunicación de los populares, se refirió a este asunto en una rueda de prensa tras la reunión del Comité de Dirección de su fuerza política.

En referencia a que la Generalitat haya pedido otros 2.300 millones al FLA, Casado dijo que “es una desfachatez que, al mismo tiempo que se está haciendo un desafío al Gobierno de España, se le reclame una ayuda financiera”.

Añadió que, con esta petición, el Ejecutivo que preside Mas está asumiendo que está en “bancarrota” y que Cataluña está sufriendo un “desplome” en cuanto a la actividad de las empresas y la recaudación fiscal, algo que este dirigente del PP relacionó con la ofensiva independentista.

Preguntado sobre si estaba planteando que no se atienda la nueva petición de la Generalitat de recibir dinero del FLA, Casado negó este planteamiento y aseguró que el Gobierno central siempre ha sido “muy claro” respecto a que “no va a pagar la sociedad catalana por la irresponsabilidad de sus malos gobernantes”.

RAJOY, COMO DRAGHI

El responsable de Comunicación del PP aseguró que lo que estaba destacando es cómo el Estado ha evitado “la quiebra de los servicios básicos y sociales” en Cataluña, a pesar del dinero que el Gabinete de Mas ha dedicado otros “recursos propios” a financiar el “desafío secesionista” y a “hilvanar un proyecto imposible para intentar fracturar la sociedad catalana” y separar a esta comunidad del resto de España.

Casado destacó que esto ha llevado a la Generalitat a reconocer que no puede pagar en estos momentos los 300 millones que debe a las farmacias de su comunidad. Este dirigente popular reprochó a Mas que mientras se dedica al “despilfarro” con proyecto soberanista luego reclama que otros vengan a sacarle “las castañas del fuego”.

Al mismo tiempo, el vicesecretario de Comunicación de los populares se refirió a que en el Comité de Dirección de su partido de este lunes se analizó la cuestión catalana y se coincidió en que “el presidente del Gobierno y el PP harán todo lo necesario para salvaguardar la unidad de España, y créanme que será suficiente”.

Destacó que esta frase se empleó en otras “coyunturas complicadas” para la UE, en referencia a cuando el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, dijo que su actuación sería suficiente para salvar el euro, algo que aseguró cuando la moneda comunitaria se encontraba en serios problemas por la crisis de deuda de los países periféricos.