Iraq. Margallo dice que el “gran error” fue creer que “la democracia se exporta como el Nescafé soluble”
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El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, censuró este lunes a los patrocinadores de la guerra de Iraq que su “gran error” fue creer que “la democracia se exporta como el Nescafé soluble”, una situación -recordó- que la comunidad internacional intentó repetir en Libia.
Así se pronunció el ministro en una entrevista a Servimedia con motivo de la publicación de su libro ‘Todos los cielos conducen a España. Cartas desde un avión’, editado por Planeta, en el que Margallo reflexiona sobre España, sus relaciones internacionales y los grandes temas de la política global mediante cartas cruzadas con amigos y colaboradores.
El jefe de la diplomacia española subrayó que la decisión del expresidente del Gobierno José María Aznar de apoyar la guerra en Iraq suscitó una discusión en el seno del Partido Popular. “Eso es sabido”, comentó, al tiempo que explicó que se opuso a la misma porque pensaba que “eso no iba a salir bien”.
En ese sentido, Margallo aclaró que “España no estuvo en la guerra. España mandó un buque hospital, el ‘Galicia’. Es todo lo que hizo”, para a continuación subrayar que "es verdad que hubo un apoyo muy decidido en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que es donde estábamos, y es verdad que hubo un apoyo político”.
Al mismo tiempo, afirmó que “el mundo está mejor sin Sadam Hussein que con Sadam Hussein” (en referencia al dictador iraquí derrocado por las fuerzas internacionales que entraron en suelo iraquí en 2003).
El jefe de la diplomacia española aseveró que “Iraq luego se volvió a torcer” cuando el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero decidió el regreso de las tropas españolas “sin previo aviso a las socios aliados y declarando en Túnez que todo el mundo tiene que hacer lo que ha hecho España. Eso nos creó un problema con EEUU”.
Margallo explicó que “el tremendo error con Iraq, como en Libia”, fue creer que “la democracia se exporta como el Nescafé soluble, intentar prescindir de cualquiera que hubiera tenido el mínimo contacto con Sadam Hussein, como se hizo con Gadafi”, lo que determinó que los suníes iraquíes se sintieran “enajenados” del gobierno de Nuri Al-Maliki, de confesión chií.
Por su parte, el ministro estableció el nacimiento de los terroristas del autodenominado Estado Islámico (EI) con la guerra de Iraq y el desmembramiento de las estructuras de Estado de aquel país, ya que, dijo, muchos terroristas antes fueron soldados de Sadam Hussein y ese grupo es aceptado por buena parte de la sociedad de ese país “porque responde a los intereses de la comunidad suní”.
Por ello, apuntó que el actual gobierno iraquí ha de trabajar para incluir a todas las comunidades de Iraq para que éste salga adelante, algo que la comunidad internacional debe velar para se logre en Siria.
Por último, Margallo destacó que si en España se ha aprendido algo de la guerra de Iraq se pone de manifiesto en el hecho de que el envío del actual contingente español que instruye a los soldados iraquíes para que puedan combatir con garantías a los terroristas del EI, que controlan el norte del país mesopotámico, se hizo con el consenso de la mayoría de los partidos de la oposición.
(SERVIMEDIA)
02 Nov 2015
MST/pai