Lo dijo Garzón en rueda de prensa en La Moncloa después de una hora de reunión con Mariano Rajoy para abordar la situación en Cataluña. Insistió en que no aceptará "ningún teatro" que divida a las clases populares de los diferentes territorios cuando se enfrentan a problemas similares en todos ellos.

Garzón reiteró que los problemas de esas clases populares son los mismos en Toledo o en Tarrassa, y el fondo del problema debe ser abordado desde esa perspectiva.

Defendió por ello una consulta que permita a los catalanes pronunciarse sobre su futuro, y un proceso de diálogo para avanzar hacia un modelo de Estado federal en el que todos los pueblos y naciones puedan colaborar en la solución de esos problemas comunes por encima de sus diferencias.

Reconoció que, más allá de la coincidencia en que el día era lluvioso en Madrid, todo fueron diferencias con Rajoy y llegan a ser "enormes".