Así lo manifestó en una entrevista en RNE recogida por Servimedia, en la que recordó que las movilizaciones independentistas y la petición de un referéndum comenzaron en 2010, y que entonces y en los años sucesivos “decían que era un soufflé” o una iniciativa personal del presidente de la Generalitat, Artur Mas.

Ahora, según Baños, a Rajoy le toca reunirse con los líderes del resto de partidos “deprisa y corriendo”, porque “a la fuerza ahorcan”, cuando “se lo podía haber tomado en serio” desde un principio e iniciar una negociación “sin aspavientos”.

Por lo demás, el portavoz de la CUP restó importancia al frente constitucional al asegurar que “es un frente limitado a tres partidos”, el PP, el PSOE y Ciudadanos, y “no ocupa toda España”, pues faltan los partidos vascos, algunos valencianos, y Podemos y Unidad Popular propugnan un referéndum “legal, acordado, tranquilo”, que para Baños sería la mejor opción.

En cuanto al artículo 155 de la Constitución, dijo que esperará a ver “cómo se aplica”, pues “es confuso en su redactado” y “un misterio para nosotros y para el Gobierno español”. En cualquier caso, para Baños, aplicarlo no sería una muestra de fortaleza por parte del Estado, sino que “la verdadera fortaleza sería admitir la plurinacionalidad” de España, acordar el citado referéndum y, si los catalanes votan independencia, dejar “que el proceso se culmine con toda concordia”.

HUELGA GENERAL

Como posible respuesta, el portavoz de la CUP confirmó que, para su formación, “la huelga general es una de las armas legítimas para transformar la realidad”, pero dijo que esperarán “a ver que solución política, no jurídica, toma el Estado español”, y a consensuar la respuesta con Junts pel Sí.

En otro momento de la entrevista, el diputado de la CUP ya había dicho que no le preocupan las discrepancias internas como las que, según se ha publicado, mostraron varios consejeros del Gobierno catalán precisamente por la llamada a la desobediencia legal de la resolución pactada entre ambas formaciones.

Por último, Baños justificó que se proponga la desconexión legal de España, con un período de transitoriedad como el que aseguró que ocurre en muchos procesos de independencia, y que a la vez el Gobierno catalán reclame dinero del Fondo de Liquidez Autonómica, puesto que, recordó, “ese dinero también sale de los ciudadanos catalanes”, y no es un regalo, sino un préstamo con intereses.

No obstante, para él el FLA “es un auténtico engendro, que coarta la libertad de las comunidades autónomas y lo fía todo a un grifo, el de (el ministro de Haienda y Administraciones Pública, Cristóbal) Montoro, que puede cerrar por motivos políticos”.