Así se pronunció Vershbow, en una conferencia pronunciada hoy en el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (Ceseden), en la que repasó los retos de presente y de futuro a los que se enfrenta la OTAN.

El vicesecretario general de la Alianza Atlántica subrayó que actualmente el organismo se enfrenta a retos de diferente índole tanto en su frontera Este como en su frontera Sur.

En el Este, Rusia ha mantenido diversos enfrentamientos con Georgia y Ucrania y ha decidido entrar de ello en la guerra en Siria, a través de ataques aéreos a posiciones contra objetivos yihadistas y otros grupos que combate el presidente sirio, Bachar el Asad.

Esta decisión del gobierno de Vladimir Putin ha provocado ciertas tensiones con Turquía, ya que los aviones rusos habrían sobrevolado sin autorización de las autoridades otomanas el espacio aéreo turco.

Por su parte, en el Sur la OTAN observa el desarrollo de la mayor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial.

En cuanto a la entente con Rusia, Vershbow se inclinó por desarrollar, con el apoyo de otras organizaciones internacionales como la Unión Europea, una relación “constructiva” apoyada en el respeto al derecho internacional.

La condición de Rusia como “país vecino” de la OTAN y como “estado clave”, debido a sus dimensiones políticas, económicas, geográficas y militares, hacen conveniente mantener una relación estable para afrontar los desafíos a los que se enfrenta la comunidad internacional actualmente.

RETOS PRESENTES Y FUTUROS

Uno de esos desafíos, la lucha contra los terroristas del autodenominado Estado Islámico (EI), a juicio de Vershbow, requiere de “apoyo internacional”, ya que es imposible establecer con ellos cualquier tipo de relación.

En cuanto a cuál ha de ser la estrategia a seguir en Siria, dejó claro que la OTAN “no es el lugar” para pronunciarse ni aconsejar sobre asuntos políticos debido a su carácter militar.

A tenor de los distintos conflictos que acontecen simultáneamente en el mundo, Vershbow aseveró que la OTAN no puede erigirse en un “policía global”, ya que su capacidad de influencia es escasa en área de Asia-Pacífico.

Por otra parte, el vicesecretario general de la OTAN llamó la atención sobre la importancia de que sus 28 Estados miembros aporten el 2% de su PIB al presupuesto de defensa en 2024, tal y como se comprometieron a hacer en la cumbre celebrada en Cardiff (País de Galés) el mes de septiembre del año pasado.

Por último, se mostró optimista sobre la contribución financiera de los países que componen la OTAN a la primera Fuerza de Muy Alta Disponibilidad de la OTAN (VJTF, en sus siglas en inglés) en 2016 .

Con ella, la Alianza Atlántica se compromete a reforzar la seguridad euroatlántica ante los retos que plantean las nuevas amenazas, entre las que se encuentran la crisis de Libia y la expansión del grupo terrorista Estado Islámico (EI).