El conflicto en Sudán del Sur comenzó el 15 de diciembre de 2013, cuando militares disidentes atacaron el Ministerio de Defensa y la sede del partido gobernante. El presidente del país, Salva Kiir, acusó al exvicepresidente y jefe rebelde Riek Machar de estar detrás de la asonada y desde entonces se han producido choques entre los leales a uno y otro líder.

Los tres primeros miembros de los 10 que forman esa misión de evaluación, amparada por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, llegaron a Juba (capital de Sudán del Sur) a finales de la semana pasada, según informó este lunes la oficina encabezada por Zeid.

La misión se centrará en las violaciones de derechos humanos que han afectado a la población civil desde el estallido de la violencia en Sudán del Sur en diciembre de 2013 y presentará un informe al Consejo de Derechos Humanos en marzo del próximo año.

"El equipo examinará violaciones del derecho internacional de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario cometidas por los actores en ambos lados de la división política", dijo Zeid, quien añadió que, “dadas las limitaciones de tiempo, será una evaluación preliminar que se basará en el trabajo realizado por la división de derechos humanos de la Misión de la ONU en Sudán del Sur y asesorará al Consejo de Derechos Humanos sobre las medidas de seguimiento adecuadas".

El Alto Comisionado dijo que el informe de la misión contendrá recomendaciones para maneras de mejorar la situación de los derechos humanos en Sudán del Sur y para garantizar la rendición de cuentas por las violaciones cometidas.

El Consejo de Derechos Humanos pidió el pasado mes de julio en una resolución el despliegue de una misión "para monitorear e informar sobre la situación de los derechos humanos y llevar a cabo una evaluación exhaustiva de las denuncias de violaciones y abusos de los derechos humanos, con el fin de garantizar la rendición de cuentas”.