El programa establece medidas encaminadas a aumentar el número, calidad y disponibilidad de las infraestructuras lingüísticas en español y lenguas cooficiales.

También busca impulsar la industria del lenguaje fomentando la transferencia de conocimiento entre el sector investigador y la industria, e incorporar a la Administración como impulsor del sector de procesamiento de lenguaje natural y la traducción automática.

Según explicó la vicepresidenta en un acto en el Instituto Cervantes, el plan facilitará el desarrollo de procesadores (reconocedores de entidades, desambiguadores, calculadores de proximidad semántica, etc.) y recursos lingüísticos (corpus paralelos, diccionarios y taxonomías) que sirvan de combustible para el desarrollo de la industria española de procesamiento de lenguaje natural y de traducción automática.

También apoyará la transferencia de conocimiento entre el sector investigador y la industria, así como la internacionalización de las empresas e instituciones que componen el sector.

Otro de los ejes del plan será el impulso de los 'proyectos faro', que son proyectos de aplicación de las tecnologías del lenguaje natural, emprendidos inicialmente por las administraciones públicas en sectores estratégicos (sanidad, turismo y educación), y abiertos a la futura iniciativa público-privada, que pretenden servir de demostración de sus capacidades y beneficios, generar industria y crear recursos reutilizables en otros proyectos.