Tras ser trasladados a este emplazamiento, la policía croata cerró con una valla el acceso a su país, quedando los refugiados “atrapados” entre las dos fronteras sin atención humanitaria, según señaló la ONG.

Esta organización humanitaria exigió “soluciones efectivas” para estos cientos de refugiados y demandantes de asilo, al tiempo que las autoridades croatas justificaron su actuación apelando a que “todos los países lo hacen”. “Mirad a Hungría”, contestaron los agentes a los refugiados, según recogieron miembros del equipo de Amnistía Internacional desplazados en la zona.

Desde Amnistía indicaron que es “inaceptable” que Croacia y Eslovenia busquen “lavarse las manos” eludiendo cualquier responsabilidad hacia los refugiados, y calificaron los sistemas de protección para estas personas de “inefectivos”.

Barbora Cernušáková, miembro del equipo de Amnistía Internacional que se encuentra en la frontera entre Eslovenia y Croacia, señaló que los líderes europeos eran “plenamente conscientes” de que esta situación podía darse, y señaló que no han puesto los mecanismos a su alcance para atajarla.

Este lunes, la policía eslovena ha comenzado a abrir su frontera de manera paulatina para que entren familias con menores, pero Amnistía Internacional considera que varios refugiados decidieron emprender su propio camino recorriendo la frontera entre Croacia y Eslovenia, por lo que piden una solución urgente para estas personas.