Aseguró que los militantes de Esquerra "estaremos con ellos en Barcelona y en Madrid" porque comparten su oposición al retraso de la jubilación hasta los 67 años, pero también porque consideran que es un ataque al proceso negociador.

Justo cuando los sindicatos acaban de suscribir un acuerdo en el seno de la Mesa de negociación social y comienza la ronda de contactos con los partidos, "nos parece un auténtico torpedo en la línea de flotación" a posibles pactos.

En especial, a ERC le "preocupa muchísimo" que el Gobierno no haya retirado formalmente su propuesta de retraso de las pensiones para facilitar los pactos que quiere alcanzar con otras fuerzas políticas.