La OCDE afirma que España no es Grecia
- Aboga por una mayor flexibilidad y rapidez en las fusiones de cajas
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
El secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, afirmó este martes en Madrid que España se enfrenta a problemas importantes, pero no insuperables. “En el caso de España no hay motivos para cuestionar la solvencia financiera del Gobierno”, indicó. En este sentido, comentó que “la deuda y la situación de Grecia es griega” y, por lo tanto, distinta de la española, y "no hay comparación”.
Durante su intervención en el Foro Cinco Días, Gurría sostuvo que, en relación a otros países de la OCDE y de la UE, el peso de la deuda en España es “todavía moderado” (un 55% del PIB en 2009, es decir, cerca de la mitad de la deuda griega), la presión fiscal “modesta” y el sector financiero es solvente: “el Estado español no tuvo que gastar dinero en ayudas a la banca”.
Eso sí, es preciso tomar medidas para frenar el rápido aumento de la deuda pública y garantizar la sostenibilidad a largo plazo con reformas estructurales.
En su opinión, “lo peor ha quedado atrás” en la crisis económica. Auguró que 2010 será “ligeramente negativo o positivo” para la economía española, es decir, “flojo, plano”, ya que España aún no ha llegado a una recuperación sostenida, sino que aún permanece en una “recuperación inducida a billetazos”, esto es, de apoyos públicos. Con todo, auguró mejorías más claras para 2011.
“ECOIMPUESTOS”
“La consolidación fiscal requiere aumentar el ingreso y recortar el gasto”, valoró Gurría. Desde su punto de vista, las subidas de impuestos serían menos perjudiciales para el crecimiento si se centrasen en los bienes y el consumo, en vez de en los ingresos.
Asimismo, se podría recurrir a los “ingresos verdes”, derivados de los “ecoimpuestos” y del comercio de carbono.
En materia de gasto, se deberían primar aquellos programas que favorecen el crecimiento, como el desarrollo de capital humano, de la innovación y de la inversión.
BANCA
En alusión a la banca, Gurría apostó por exigir a las entidades las máximas garantías y “que presten más”, acercándose a los niveles previos a la crisis, ya que “su único objetivo no puede ser no quebrar”. También abogó por una mayor flexibilidad y rapidez en las operaciones de fusiones de cajas de ahorros, frente a su “rigidez” actual”.
Por último, en cuanto a los tipos de interés de los bancos centrales, previó que no habrá cambios, al menos importantes, a lo largo de este ejercicio.
(SERVIMEDIA)
23 Feb 2010
CCB/caa