La Unesco ha mostrado su predisposición en este sentido al estar la ciudad vieja de Meknes, fundada en el siglo XI, inscrita en la Lista del Patrimonio Mundial desde 1996.

Además, Bokova expresó su pesar por la pérdida de vidas humanas. "Me entristece profundamente la trágica muerte de las personas que se encontraban orando en la mezquita. Envío mi más sincero pésame y el de toda nuestra organización a los familiares de las víctimas", añadió.

No obstante, Bokova aludió a las palabras del rey Mohamed VI, que indicó que se revisarán todas las mezquitas antiguas de Marruecos, para ofrecer el apoyo de la Unesco "para el inventario y el análisis de los sitios elegidos" para evitar nuevos daños.

En este sentido, la Unesco está preparada para movilizar a expertos internacionales que puedan contribuir a acelerar el proceso de diagnóstico y ha contactado con las autoridades marroquíes para definir los pasos iniciales más urgentes.