La organización argumenta que las creencias e ideologías deben pertenecer al ámbito privado, y llama a participar en esta iniciativa tanto a las corporaciones como a los grupos municipales que lo decidan. Asimismo, podrán formar parte de la red entidades sociales que sean aceptadas por las asambleas que se convocarán. El objetivo es que esta iniciativa se presente públicamente antes de las próximas elecciones generales del 20 de diciembre.

Los miembros de la red deben dar su conformidad a un manifiesto que, entre otras cuestiones, propone eliminar la simbología religiosa de los recintos y actos públicos. Los representantes municipales tampoco podrán participar en actividades religiosas ni se podrá invitar a miembros de confesiones a actos públicos como a otras autoridades y suprimirán, con carácter retroactivo, “todos los honores o votos públicos a advocaciones, santos, imágenes o simbología representativa religiosa”.

El documento, que cita expresamente a la Iglesia católica, también promueve no conceder financiación ni prestar infraestructuras a instituciones religiosas y fomentar la celebración de ceremonias civiles. También subraya la necesidad de establecer “fechas neutras” para referirse a ciertos festivos o calendarios vacacionales.

En cuanto a la celebración de las elecciones, el manifiesto reivindica que los ayuntamientos facilitarán “colegios o locales no confesionales, y en su caso, si son privados, que estén libres de simbología religiosa o de otra naturaleza ideológica, para el ejercicio democrático de votar”.

Finalmente, los municipios de la red impulsarán ‘Oficinas o puntos de defensa de la libertad de conciencia’ para tramitar quejas y sugerencias de los ciudadanos.