Manos Limpias ha presentado su querella contra la automovilística alemana por presuntos delitos de estafa, contra el medio ambiente, falsificación documental, fraude y delito contra la Hacienda Pública, después de que saliera a la luz en Estados Unidos que Volkswagen había trucado motores diesel para que registraran niveles inferiores de emisiones.

La querella llegó a la Audiecia Nacional la pasada semana y ahora el juez cosulta al ministerio público antes de decidir sobre la admisión a trámite de la querella. También está pendiente de decisión la presentada por el Defensor del Paciente, que considera que al trucar los mecanismos de control de las emisiones contaminantes de varios de los modelos que fabrican, la marca ha contribución al fallecimiento de 16.000 personas al año por los efectos de la contaminación.

El Defensor del Paciente presentó su denuncia a finales del mes de septiembre por considerar que las emisiones contaminantes de Volkswagen pueden constituir un grave atentado contra la salud pública.

Según consta entre los argumentos del denunciante, las emisiones de un motor diesel pueden provocar enfisemas pulmonares, un punto en el que los bronquios están tan cegados que no pueden casi intercambiar oxígeno.

Según los datos aportados por la compañía, los vehículos diesel debieron emitir gases tóxicos de hasta 40 veces los niveles autorizados. Por eso exigen responsabilidades penales y animan a denunciar a Volksvagen.

Además, la asociación Consumidores en Acción-FACUA anunció el pasado día 28 de septiembre que prepara una batería de denuncias contra la automovilística alemana tras reunir más de 5.000 firmas de afectados por el fraude de las emisiones a través de la plataforma nacional puesta en marcha el viernes, día 25.

Propietarios de automóviles Volkswagen, Audi, Skoda y Seat con motores diesel se han acogido a la iniciativa llevada a cabo por la asociación a través de la página web FACUA.org/volkswagen y bajo el hastag #afectadosVolkswagen.

Volkswagen montó el motor 2.0 TDI, de la familia EA 189, en cerca de 11 millones de vehículos de las marcas Audi, SEAT y Skoda. SEAT ha calculado que montó esos motores en 700.000 vehículos. La compañía ha paralizado ya la comercialización de 3.320 coches en España porque podrían portar los motores trucados.