En la motivación del escrito registrado este miércoles en la Cámara Baja, los socialistas sostienen que la iniciativa registrada “en solitario, sin diálogo previo y con una pésima redacción” es una reforma “inaceptable” que presenta “graves problemas de conformidad con la Constitución".

Para los socialistas también supone problemas de “interpretación y aplicación, y no sirve para lo que se apunta como finalidad de la misma, sino para debilitar al propio Tribunal Constitucional”.

En este sentido, argumentan su rechazo en que la reforma contiene “graves contradicciones” con la Constitución como la “posibilidad” de que el TC “suspenda en sus funciones por un tiempo indeterminado a cualquier autoridad por el incumplimiento aun parcial de una resolución”.

Ello supondría, dicen, que “en su literalidad podría suponer la suspensión de funciones incluso del propio presidente del Gobierno sin que se hubieran llevado a efecto los mecanismos constitucionalmente previstos para ello en las Cortes Generales”.

El pasado martes 15, esta proposición presentada por el Grupo Parlamentario Popular que sustenta al Gobierno, fue tomada en consideración por el Congreso gracias a la mayoría parlamentaria de los populares. Esta iniciativa, que está tramitándose por la vía de urgencia y en lectura única, está ahora en el plazo de enmiendas.