Así se pronunció la embajadora, en un desayuno informativo celebrado en Madrid, acerca de la crisis de los refugiados que llegan a Europa huyendo de la guerra y de la represión que asola países como Siria, Iraq o Yemen, así como del sistema de cuotas propuesto por la Comisión Europea con el que se pretende reubicar a 120.000 de estas personas.

En ese sentido, Lukesova reconoció que la situación de los refugiados provoca la “necesidad” y la “responsabilidad” de ser “solidarios” con todas aquellas personas que huyen de la guerra.

Del mismo modo, advirtió sobre el hecho de que en el seno de la UE se dedica mucho tiempo a “hablar de las consecuencias y no de las causas” de esta situación”, ya que, a su juicio, “la raíz del problema se halla en la inestabilidad que se vive en Oriente Medio”.

A su vez, la embajadora deseó que las negociaciones que se mantienen en las instituciones comunitarias para repartir entre los Estados miembros de la UE a los refugiados alcancen un “resultado positivo”, a pesar de las divergencias que existen sobre la cuestión entre los países del Este de Europa (República Checa, Polonia, Hungría y Eslovaquia) y el núcleo duro de la Unión Europea, compuesto por Francia y Alemania.

Por último, Lukesova animó durante la celebración de este foro a las empresas españolas a invertir en un mercado como el checo, compuesto por 10,5 millones de habitantes, y que vive el “mayor momento de gloria económica” de su historia, con una tasa de crecimiento del 4,4% de su PIB en el segundo semestre del año, una tasa de paro del 6,7% y una mano de obra “barata y cualificada”.

Por esa razón, presentó el 'Mapa de oportunidades comerciales de la República Checa', en el que subrayó aquellos sectores en los que ambos países pueden potenciar sus relaciones comerciales: química, sanidad e industria de transformación.