Según informó el Ayuntamiento de Rivas, esta renuncia es una decisión personal adoptada por el concejal tras las acusaciones vertidas contra él en relación a una contratación que, pese a ajustarse a la legalidad, el edil reconoce que ha sido una equivocación que está dañando la imagen del Consistorio y del partido al que representa.

Fernández aseguró estar "convencido de que no he hecho nada ilegal, pero soy consciente de que dentro de mis responsabilidades políticas está también la de no perjudicar a la institución a la que he representado hasta hoy".

El gesto del concejal responde, según el portavoz del Grupo Municipal Socialista y primer teniente de alcalde, Guillermo Magadán, "a la valía política y al ejercicio de responsabilidad de una persona que, pese a que la denuncia del PP es falsa, sabe que los responsables políticos no podemos admitir que la ciudadanía tenga dudas sobre nuestro comportamiento".

El PP acusó a Francisco Javier Fernández de adjudicar un contrato de la concejalía que dirigía a una empresa de su familia. El Ayuntamiento de Rivas verificó que la tramitación había sido legal, pero en aras de la transparencia en la gestión rescindió el contrato y va a volver a convocar la adjudicación.

En este sentido, la presidenta y portavoz del PP de Rivas, Marisa del Olmo, señaló que "no es muy habitual que un Ayuntamiento eche para atrás un contrato cuando aseguran que el procedimiento de la adjudicación ha sido legal". "Con esa acción" añadió, "están dejando claro que se ha incurrido en un trato de favor en el que el concejal podría haberse aprovechado de los poderes que le fueron atribuidos".