Los datos reflejan que en una industria tan concentrada como es la del lujo, España es el único país europeo que cuenta con dos ciudades en el circuito de las llamadas “siete maravillas del ‘shopping’”.

De esta forma, Madrid y Barcelona son, junto con París, Londres, Viena, Milán y Munich, los destinos preferidos de los visitantes de alto poder adquisitivo que encuentran en las compras el principal atractivo turístico haciendo de su estancia una de las visitas más rentables para los ‘retailers’.

En concreto, El Paseo de Gracia de Barcelona es la calle comercial que más atrae al turista extracomunitario, y sus joyerías y boutiques registran el 29% del total de las ventas de artículos de lujo del país. Le siguen las ubicadas en el exclusivo barrio de Salamanca de Madrid, con el 16%.

Si se tiene en cuenta la urbe al completo, la ciudad condal contabiliza casi la mitad (47%) de las ventas a visitantes de fuera del UE, que suman a su ruta turística los distinguidos establecimientos de la Avenida de la Diagonal.

Por su parte, laa ciudad de Madrid (39%) se sitúa en segundo lugar, si bien las tiendas de las grandes firmas nacionales e internacionales repartidas por las calles de la ‘Milla de Oro’ suponen un “reclamo” para el comprador de lujo.