Según informó el Ministerio del Interior, el coche tenía la matrícula falsificada y el número de bastidor manipulado. Los hechos ocurrieron sobre las 21.30 horas del 8 de septiembre cuando los agentes inspeccionaron un vehículo con placas de matrícula española y conducido por una persona que accedía a la ciudad de Melilla procedente de Marruecos.

Una vez iniciado el reconocimiento del mismo, los agentes observaron que el sistema de combustión estaba manipulado, lo que levantó sus sospechas de que pudiera tratarse de un vehículo utilizado por las mafias que trafican con seres humanos.

Tras ser descubierto, el conductor emprendió la huida hacia Marruecos, por lo que no fue arrestado. A continuación, la Guardia Civil registró el coche, localizando en los dobles fondos practicados en el asiento trasero y en el salpicadero a tres personas de origen subsahariano que fueron rescatadas.

Los auxiliados presentaban entumecimiento en sus articulaciones, falta de movilidad y dolores generalizados. Los inmigrantes están indocumentados y dicen proceder de Guinea Conakry y de Burkina Faso.

La Guardia Civil destacó, por último, que el beneficio que obtienen estas organizaciones que trafican con seres humanos por tratar de introducirlos por este procedimiento en la ciudad puede alcanzar los 3.000 euros por persona.