Del perfil de la mujer rural destaca que tiene 50 años, está casada y tiene una media de 2,3 hijos. Como mdia dedica 8 horas diarias a las tareas domésticas y el 70% de ellas, además, compagina el trabajo en casa con otra actividad laboral a la que dedica cerca de 5 horas diarias.

La Federación de Mujeres Rurales distingue entre mujer rural y mujer agraria. Así, en España tan sólo 308.600 mujeres están reconocidas legalmente dentro del sector agrario, frente al millón de agricultores varones registrados en la actualidad.

No obstante, se estima que hay cerca de otro millón de mujeres que colaboran en as explotaciones familiares pero que no están reflejadas en las estadísticas. Se trata de la llamada "ayuda familiar" o "cónyuge colaborador". En este sentido, las mujeres representan el 82%. De ellas, un 59% no cotiza por desempeñar una actividad económica, aunque están cubiertas por la Seguridad Social del marido.

Por otra parte, el número de agricultoras que además son propietarias de la tierra no supera el 9% y las explotaciones de las que son titulares son más pequeñas en extensión, en comparació con las posesión de tierra de los varones.

Así, 45 mujeres por cada 100 hombres son propietarias de las explotaciones agrarias con una extensión inferior a 1 hectárea, y sólo 18 mujeres por cada 100 hombres son propietarias de las explotaciones de más de 100 hectáreas.

El mayor número de mujeres que trabajan en el campo se concentra en la comunidad de Galicia, seguida por Andalucía y Castilla y León. Estas tres comunidades agrupan a más de la mitad de las mujeres que trabajan en el sector agrari español.

Por último, Amfar denuncia la situación de las mujeres rurales ante la Seguridad Social Agraria y reclama su reconocimiento jurídico. "Las mujeres rurales no ven reconocido su trabajo ni valorada su contribución al PIB en las estadísticas oficiales", señala el informe.

El documento concluye que las mujeres rurales son trabajadoras no activas que quedan fuera de toda regulación laboral y sus aportaciones quedan en la economía sumergida del país. No están reconocidas ni jurídica ni socialente, no tienen derecho a cobrar una remuneración, no pueden acceder a los beneficios de una Seguridad Social propia, a un subsidio de desempleo ni a una baja por accidente o maternidad.