En una rueda de prensa conjunta con los ministros de Fomento e Industria, Ana Pastor y José Manuel Soria, Margallo subrayó que en Siria “ha llegado el momento de entablar negociaciones” con "el régimen de Bachar Al Asad" para acabar con una guerra que “lleva cuatro años creando un vacío de poder que será aprovechado por Daesh y seguirá provocando tragedias humanas” como la de los refugiados.

Para abordar la situación en Siria, Margallo apostó por “desarrollar una política de integración” que tenga en cuenta a los “actores internos y externos” que componen el conflicto, con el propósito de establecer un diálogo que conduzca a la reconciliación nacional, con la formación de un gobierno de unidad nacional con poderes ejecutivos que lleve a cabo una reforma constitucional y que desemboque en unas elecciones para que el pueblo sirio decida su futuro.

En ese sentido, el jefe de la diplomacia española destacó que la estabilidad de Siria es “extraordinariamente urgente” como para que la comunidad internacional actúe de inmediato.

“Al Asad representa, guste o no guste, el Gobierno que se sienta en la ONU. Tiene la legitimación internacional. La paz se hace siempre negociando con el enemigo”, sentenció.

Esto le sirvió para recordar que el principio general plasmado en la Estrategia de Acción Exterior española dice que para apoyar una intervención militar en el exterior se necesitan tres factores: “paraguas internacional” a través de una resolución de la ONU o un pronunciamiento de la UE y de la OTAN, aprobación del Gobierno y autorización del Parlamento.

Margallo aseveró que es “extraordinariamente razonable” que la comunidad internacional intervenga en Siria, ya que con los terroristas del autodenominado Estado Islámico (EI) “no cabe diálogo ni negociación. Es absolutamente necesario que la comunidad internacional decida intervenir militarmente contra EI”.