De este modo, la Cámara Alta aprobó, con 234 votos a favor, uno en contra y cinco abstenciones, la moción en la que también se contempla impulsar la presencia de una delegación de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de la UE en las elecciones que tendrán lugar en Venezuela el próximo día 6 de diciembre.

El Senado quiso dar relevancia al debate celebrado hoy contando entre los asistentes al mismo con la presencia de Mitzy Capriles, esposa del alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, que se encuentra cumpliendo una pena de arresto domiciliario, su hija Mitzy, y una delegación de opositores al Gobierno de Nicolás Maduro.

Durante su turno de palabra, el portavoz de Asuntos Iberoamericanos del PP en el Senado, Dionisio García, quien abominó de las prácticas totalitarias de Maduro, hizo un paralelismo entre los “círculos” que se celebraban en el país caribeño en los albores de la llegada al poder del difunto Hugo Chávez y los “círculos” que actualmente se celebran en España de la mano de Podemos.

Del mismo modo, recordó que a finales de la década de 1990 del siglo XX los venezolanos repetían incesantemente “esto no es Cuba” para rematar que lo que hizo Juan Carlos Monedero, uno de los fundadores de Podemos, en Venezuela “no me lo tiene que decir nadie porque lo he visto con mis propios ojos”.

Esto le sirvió a García para afear al PSOE que haya apostado por aliarse con la formación de Pablo Iglesias después de los comicios autonómicos y locales del pasado 24 de mayo.

“Caen en la misma trampa que cayeron los venezolanos. Su actitud ha sido bastante reprochable en los últimos años. No caigan en la torpeza de dejarse arrastrar por la tentación fácil del populismo y de la ambición por el poder”, sentenció.

Esta aseveración provocó la intervención del portavoz del PSOE en el Senado, Óscar López, quien sostuvo que a pesar de las palabras de García, su formación seguía “siendo fiel al espíritu de esta moción”.

Por su parte, el senador socialista Andrés Gil manifestó que “con presos políticos no hay libertad ni dignidad para un pueblo”, al tiempo que exigió la libertad de los presos políticos, la vuelta de los exiliados y la autorización para que observadores internacionales estén presentes durante las elecciones en el país caribeño.

“Esto no es injerencia sino transparencia y democracia. Por ello, quiero celebrar que en este debate la defensa de los derechos humanos está por encima de las siglas”, concluyó.

El senador del PNV Iñaki Anasagasti agradeció al expresidente del Gobierno Felipe González que con su visita a Venezuela el pasado mes de junio “moviera la cuestión” y pusiera en primera línea la situación de un país “empobrecido, aliado con Cuba, con presos políticos y medios de comunicación amordazados”, mientras que afirmó que el vicepresidente venezolano, Diosdado Cabello, “tiene más peligro que una piraña en un bidé” y se congratuló de que su presencia junto con un grupo de senadores en el país caribeño fuera definido por Maduro como “vomitiva e irritante”.

A su vez, el senador del Grupo Nacionalista Catalán Josep Maldonado mostró su tristeza por ver la situación que se vive en Venezuela y su esperanza por que esta se revierta el próximo 6 de diciembre, mientras que el senador de la Entesa Joan Sabaté se solidarizó con el pueblo venezolano recordando “la larga noche del franquismo”.

El senador de Podemos Ramón Espinar, que anunció la abstención de su formación y acusó al Gobierno de “filibusterismo”, argumentó que para hablar de derechos humanos “no es necesario irse a Venezuela”, ya que “sólo habría que hablar de política de vivienda”.

Por último, el senador de Amaiur Urko Aiartza se negó a apoyar la moción aduciendo que en España ya hay “presos políticos” como el exportavoz de Batasuna Arnaldo Otegui y el exlíder del sindicato abertzale LAB Rafael Díaz Usabiaga.