A lo largo de las jornadas, técnicos de la Comisión Braille Española, dependiente de la ONCE, intervendrán en las diferentes reuniones y mesas de debate sobre aspectos relacionados con este sistema de lectoescritura como 'La didáctica del Sistema Braille', 'El Sistema Braille y la tecnología' o las 'Certificaciones relativas al buen manejo del sistema', así como en las reuniones del Consejo Iberoamericano del Braille que se celebrarán durante los tres primeros días.

La última jornada, la del viernes 4, estará dedicada al desarrollo del Seminario 'Sistema Braille: ¡Manos a la obra!', donde se seguirán mostrando y analizando los diferentes usos y utilidades del braille a través de la exposición de técnicos en la materia, representantes de todos los organismos y entidades implicadas en la ULAC.

EL TRATADO DE MARRAKECH

Uno de los puntos informativos más relevantes tanto en las reuniones como en el seminario será el Tratado de Marrakech, recientemente aprobado en España por el Gobierno y el Congreso, que permitirá que más de 300 millones de personas ciegas de todo el mundo puedan intercambiar libros accesibles.

El tratado fue adoptado en 2013 por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) -perteneciente a Naciones Unidas-, durante la Conferencia Diplomática celebrada en Marrakech, con el objetivo de acabar con las dificultades de algunas personas para contar con libros accesibles, entre ellas las personas ciegas, de manera que se permita el envío de dichos libros de persona a persona, siempre bajo la premisa de una reconocida y aceptada excepción de los derechos de autor en este caso.

Hasta el momento, sólo ocho países lo han ratificado en los dos últimos años: Argentina, El Salvador, Emiratos Árabes Unidos, India, Mali, Paraguay, Singapur y Uruguay. Sin embargo, serán necesarias 20 ratificaciones para que entre en vigor.

Desde su creación, la ONCE impulsa el uso de braille en todos los ámbitos, con el fin de que las personas ciegas logren mayores cotas de autonomía personal, y, por ello, asesora cualquier tipo de iniciativa de etiquetado en este sistema de lectoescritura.

Para ello, creó hace más de tres décadas la Comisión Braille Española, un órgano que ostenta la máxima autoridad en España para la fijación de normas de uso y desarrollo del sistema braille de lectoescritura, así como la simbología en relieve y color aplicable a láminas o cualquier otro producto utilizable por las personas ciegas y con discapacidad visual.