Greenpeace denuncia el peligro de las prospecciones en el Ártico para las ballenas
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Greenpeace alertó este lunes del peligro que suponen las prospecciones sísmicas en busca de petróleo que se realizan en el Ártico, sobre todo para las ballenas y otros animales de gran tamaño.
Realizadas a través de disparos con cañones de aire, estas prospecciones se llevan a cabo con el objetivo de encontrar nuevas reservas de petróleo en el océano Ártico, y según el informe de Greenpeace elaborado por la institución científica 'Marine Conservation Research Ltd', podrían lesionar a las ballenas y a otras especies marinas.
"Está claro que el ruido de las prospecciones sísmicas tiene un impacto sobre las ballenas, pues puede dañar su audición, la capacidad de comunicación y también desplazar a los animales al afectar a su comportamiento durante el buceo, la alimentación y los patrones de migración“, declaró Oliver Boisseau, investigador senior del instituto Marine Conservation Research.
”Cada vez hay más indicios de que esto podría causar graves lesiones y alterar el éxito reproductivo de estos animales, aumentando el riesgo de varamientos o de que queden atrapados en el hielo", agregó.
Petroleras como Shell, BP y Chevron tienen concedidos derechos de perforación petrolífera en en el mar de Groenlandia y son posibles clientes de los datos sísmicos que investiga la compañía que está realizando las prospecciones, TGS Nopec.
Por este motivo, el barco rompehielos de Greenpeace, el Arctic Sunrise, se encuentra actualmente de camino a la zona concreta de las prospecciones para documentar las pruebas sísmicas.
Estas pruebas pretenden elaborar un mapa del lecho marino y sus bolsas de petróleo con transeptos de navegación de 7.000 kilómetros entre las latitudes de 70º y 80º Norte del Círculo Polar Ártico.
Según Greenpeace, "las prospecciones sísmicas en aguas heladas son solo una de las horrendas maniobras realizadas por la industria petrolífera en el Ártico”.
Estas maniobras se llevan además a cabo en zonas cerradas y en “áreas de preocupación” señaladas por el gobierno de Groenlandia para la protección del narval, la morsa y la población en estado crítico de ballenas.
"Es alarmante considerar la enorme actividad sísmica planificada que se pretende llevar a cabo en el Alto Ártico, dada la fragilidad de este ecosistema y el potencial de perturbación y daño a las ballenas, apuntó.
Por tanto, “parece justificado instar a la cautela extrema debido a la ausencia de datos y la limitada comprensión de los efectos a corto y largo plazo del ruido sísmico en las especies árticas, especialmente los narvales", concluyó Boisseau.
(SERVIMEDIA)
24 Ago 2015
AGQ/man