La investigación, que se puso en marcha en el mes de febrero cuando agentes de la Policía Nacional recibieron información de que ciudadanos españoles trasladaban sustancias estupefacientes a la península desde Holanda -y que también distribuían a otros países de la Unión Europea-, se ha saldado con cuatro detenidos de nacionalidades turca y española que operaban en Holanda, España y Turquía, según informó la Policía Nacional este sábado en un comunicado.

La investigación destapó que el cabecilla era un ciudadano que operaba desde Madrid y que, con ayuda de su esposa, contactaba con los suministradores de las sustancias en Rotterdam (Holanda). El nivel de organización de esta red criminal era tal que todos los integrantes tenían sus roles perfectamente definidos, desde la encriptación de los mensajes hasta la logística para el transporte de estupefacientes.

Una red de origen turco, con ramificaciones en Holanda y Grecia, era la encargada de suministrar la droga, mientras el cabecilla, operando desde Madrid, contactaba con los distribuidores repartidos por varios países europeos.

Según las autoridades holandesas, esta operación ha hecho posible “la aprehensión más importante del presente año en ese país y la cuarta en los últimos tres”, tal y como destacó la Policía Nacional.