En respuestas a los periodistas en la rueda de prensa posterior al Consejo Ejecutivo de este martes, en la que compareció excepcionalmente Mas, éste recordó que en el Debate de Política General de septiembre de 2013 ya señaló las elecciones plebiscitarias como última opción para ejercer el llamado derecho a decidir. “Estaban advertidos, no pueden alegar ignorancia”, desafió.

Es más, comentó que, un año después, cuando se reunió con Rajoy y le presentó 23 propuestas de las que, dijo, sólo se ha cumplido una, le advirtió de que, si no podía celebrar la consulta del 9-N, intentaría formar una gran coalición independentistas en dichas elecciones plebiscitarias.

Mas subrayó que hay una importante diferencia entre la normativa de un referéndum y las de unas elecciones autonómicas: que en el primero se cuentan votos y en las segundas se contabilizan escaños.

ESCAÑOS

En ese sentido, reiteró que le valdrá con una mayoría absoluta en escaños por el bloque independentista (Junts Pel Sí más la CUP) para iniciar el proceso de separación de España. En principio, es más fácil que la obtenga en escaños a que la logre en votos.

Sobre el porcentaje de votos, preguntado si un 51% de votos independentistas le parece suficiente para separarse de España, Mas dio la vuelta a la pregunta y dijo que si un 49% de votos partidarios de seguir en el Estado es suficiente “para pararlo todo”.

Como ejemplo, añadió que si Escocia hubiera logrado un 51% de votos por la independencia, ahora estaría negociándola con Londres y la UE estudiando cómo incorporarla.

Dicho lo cual, Mas le propuso a Rajoy cambiar las elecciones plebiscitarias del 27-S por un referéndum como el de Escocia, y contar votos en lugar de escaños, si bien dio por supuesto que el presidente del Gobierno español no iba a acceder a su oferta.