En rueda de prensa, Gortázar recordó que “nosotros tomamos esta decisión primero porque nos pareció lógico después de haber invertido 500 millones de euros en la renovación del parque de cajeros, que es el más grande y el mejor”.

Según el número dos de la entidad financiera, “cuando tomamos una decisión como esta no sabemos si las entidades nos seguirán, pero nos parece razonable porque las estrategias de las entidades son competitivas”.

Preguntado sobre si tras esta comisión de unos dos euros -que también aplicarán próximamente Banco Santander y BBVA- podrían estudiarse otras por el pago de diferentes servicios, Gortázar admitió que en este momento no hay nada encima de la mesa.

El consejero delegado de la entidad afirmó que, después de analizar esta comisión desde el punto de vista de la legalidad y de su impacto social, se adoptó la decisión porque no tenía sentido que quien ingresase por esta comisión fuese el emisor de la tarjeta.

Según explicó, CaixaBank sólo cargará una comisión puesto no se cobrará al banco del cliente y por tanto “ese banco no tiene por qué repercutir otra comisión en su cliente, pero en eso nosotros no entramos”.

Además, Gortázar subrayó que esta comisión se aplica tradicionalmente en el sector financiero en Estados Unidos y funciona “correctamente y no hay ninguna rebelión de los clientes y es una postura que te puede gustar o no, pero que es muy razonable”.

Para finalizar, el directivo de la entidad catalana argumentó que, en todo caso, se trata de una comisión “reducida” que abonarán “los no clientes que utilicen nuestros cajeros para hacer así una contribución para tener una red diferenciada”.