La caída de los ingresos se reduce hasta el 2,1% si se excluye el efecto de los impactos regulatorios.

Por su parte, la facturación de la filial española de Orange durante el segundo trimestre del ejercicio se situó en 920 millones de euros, lo que representa una reducción del 2,5% en comparación con el año anterior.

En este sentido, la operadora destaca que este descenso es la mitad del registrado en el primer trimestre del año, cuando la caída de los ingresos en tasa interanual era del 5%.

En cuanto al beneficio bruto (Ebitda) de la compañía, se situó en 420 millones de euros en el primer semestre, lo que supone una caída del 9% en comparación con la primera mitad del pasado año.

Por lo que se refiere a la evolución de la base de clientes, la filial española registró un crecimiento de los usuarios de telefonía móvil del 3,5% en este periodo hasta los 12,86 millones de accesos, con un aumento del 6,3% en la modalidad de contrato y un descenso del 4,4% en la de prepago.

Asimismo, los clientes de telefonía fija aumentaron un 11,5% hasta alcanzar 2,04 millones.