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Doce años de cárcel para el espía Flórez por traicionar a España

- Es la primera condena por este delito desde la llegada de la democracia

MADRID
SERVIMEDIA

La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Madrid ha condenado al ex agente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) Roberto Flórez a 12 años de prisión, al considerarle culpable de un delito de traición a la patria por haber sustraído documentos secretos para vendérselos a los servicios de inteligencia de Rusia.

La sentencia establece que Flórez aprovechó sus 13 años de servicio en el CNI, desde marzo de 1991 hasta marzo de 2004, “para acceder a numerosa documentación e información clasificada como secreta”, unos documentos que sacó clandestinamente del Centro y que posteriormente ofreció a los servicios secretos rusos.

Aun así, la resolución hecha pública este jueves destaca que no ha quedado suficientemente demostrado que Flórez llegase a materializar su ofrecimiento y vendiese los documentos secretos a los espías de Moscú. El tribunal indica que si los documentos robados por Flórez hubiesen caído “en poder de una potencia extranjera, hubiese supuesto un peligro grave para la seguridad nacional”.

Es la primera vez que se condena a una persona por traición en España desde la llegada de la democracia. Esta figura penal castiga como traidor "al español que con el propósito de favorecer a una potencia extranjera, revele información clasificada como reservada o secreta, susceptible de perjudicar la seguridad nacional o la defensa nacional".

La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Madrid, presidida por Alejandro María Benito López, subraya que Flórez, entre otras cosas, ofreció a los servicios secretos rusos asesoramiento para que pudiesen introducir “topos” en el CNI.

En concreto, el ex agente ofreció consejos sobre los procesos de selección que se siguen en el CNI, las pruebas selectivas y auditorías de seguridad que se realizan, los perfiles profesionales y académicos que deben reunir los candidatos, la conducta a seguir durante el periodo de formación e, incluso, información sobre los destinos de mayor interés informativo para la inteligencia rusa.

INFORMACIÓN SECRETA

Los documentos que Flórez ofreció a Rusia contenían informaciones sobre las actividades del CNI, sus objetivos, sus fuentes de información, sus medios y sus procedimientos de actuación, así como "una profusión de claves internas".

Algunos de los documentos sustraídos tenían nombres tan sugerentes como "División de Contrainteligencia", "listado personal por orden alfabético", "organigrama completo del CNI" o "agentes dobles en la delegación de Rusia".

También puso a disposición de los espías de Moscú información sobre “la posición, intereses, necesidades, expectativas, preocupaciones y temores del Gobierno español en el ámbito de la política exterior, especialmente en el ámbito de Europa del Este, Oriente Medio, el Magreb e Iberoamérica; así como en relación a su participación en los organismos supranacionales como la UE, la OTAN o Cumbres Iberoamericanas”.

"SIMPATÍA POR EL PUEBLO RUSO"

En los registros efectuados el 23 de julio de 2007 en las viviendas que Flórez tenía en la localidad del Puerto de la Cruz, en la isla de Tenerife, se encontraron, además de una multitud de documentos del CNI clasificados como secretos, dos cartas escritas por el ex espía a un tal señor Melnikov, una persona que contaba con pasaporte diplomático y que estuvo acreditada como consejero en la Embajada de Rusia en Madrid entre agosto 2000 y octubre de 2003.

En la primera, fechada en diciembre de 2001, Flórez se presenta como una agente del CNI y comunica su "disposición a colaborar" con los servicios secretos rusos. La misiva destaca "la simpatía y admiración" que el acusado siente "por el pueblo ruso" y explica que su decisión de ponerse al servicio de la inteligencia de Rusia se debe a sus "creencias y valores ideológicos" -dice ser "una persona de izquierdas"-, así como por su "posición personal contra la política exterior de Estados Unidos".

Flórez ofreció a los servicios secretos rusos identificación actualizada sobre "quién es quién" en el CNI, unos datos que incluían nombres y apellidos de los agentes, perfiles psicológicos y profesionales, seudónimos, titulaciones obtenidas, empleos y destinos. El agente solicitaba el pago 200.000 dólares para materializar un primer envío de información.

En la segunda carta, escrita un año más tarde, el acusado ofrecía al señor Melnikov una actualización de los citados datos e indicaba la posibilidad de acceder a puestos de responsabilidad dentro del CNI "en ámbitos que pudieran ser del interés de su servicio". Flórez acababa diciendo: "si aceptan la propuesta del encuentro personal deberán entregarme la contraprestación económica que les he solicitado de buena voluntad".

“El procesado se aprovechó de las facilidades que otorgaba ser miembro CNI para obtener la información clasificada, vulnerando al hacerlo la confianza depositada en él y actuando en forma contraria a los principios que debían presidir su comportamiento como agente del organismo de inteligencia”, señala la sentencia.

SOSPECHAS EN EL CNI

Las sospechas sobre la existencia de un "topo" en el interior del departamento de inteligencia españoles surgieron después de que los servicios secretos rusos desbarataran hasta tres operaciones del CNI en el país, acciones que estaban destinadas a ampliar la red de informadores locales.

A raíz de estas operaciones frustradas, el CNI inició a lo largo del año 2005 una investigación interna, unas pesquisas que desembocaron en la identificación de Flórez como la persona que supuestamente había sustraído la información secreta para, posteriormente, vendérsela a los servicios secretos rusos.

Flórez fue detenido el 23 de julio de 2007 en Tenerife y se encuentra desde entonces en un módulo especial de la prisión de Alcalá-Meco (Madrid).

(SERVIMEDIA)
11 Feb 2010
DCD/caa/lmb