En un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la compañía señala que las auditorías realizadas por KPMG, Cárdenas Dosal, Jones Day México y FTI Consulting México concluyen que todas las imputaciones de Tecnología Aplicada Infraiber son "falsas" y forman parte de una campaña "difamatoria" en contra de OHL México.

Adicionalmente, se confirmó que OHL México “no tiene, ni ha tenido, ninguna relación jurídica con Infraiber”.

En concreto, sobre las operaciones relacionadas con las concesiones para la construcción y operación del Viaducto Bicentenario y del Circuito Exterior Mexiquense las auditorías apuntan que los títulos de concesión “cumplen con la legislación aplicable”.

En detalle, explica que del título de concesión del Circuito Exterior Mexiquense emana el derecho de recuperar la inversión más un rendimiento garantizado del 10%, y del título del Viaducto Bicentenario el de recuperar la inversión más un rendimiento garantizado del 7%.

Asimismo, la inversión acumulada que ha servido de base para la determinación de la rentabilidad garantizada pendiente de recuperar, incluida la inversión en construcción, está “debidamente aprobada por la autoridad”.

El auditor externo de OHL México, Deloitte Touche Tohmatsu, "ha confirmado que la política contable establecida para la determinación, reconocimiento y registro contable de la rentabilidad garantizada se encuentra de conformidad con las normas internacionales de información financiera".

CAMPAÑA DIFAMATORIA

"Por ello, se concluye que todas las imputaciones de Tecnología Aplicada Infraiber son falsas y forman parte de una campaña difamatoria contra OHL México", indicó la empresa.

En esta línea, las auditorías concluyen que la revisión técnica de un reconocido perito en la materia determinó que las grabaciones obtenidas ilegalmente y analizadas fueron “editadas y alteradas para cambiar su sentido".

No obstante, la constructora el Comité de Auditoría informó al Consejo de Administración de que con base en las investigaciones realizadas, se identificó la importancia de fortalecer los órganos de control de la compañía, así como el cumplimiento del código de ética.

“Se identificaron vulnerabilidades en el manejo de la seguridad de la información, aunque no se obtuvo evidencia de la participación de algún empleado de OHL México en la fuga de información”, añadió.

Por último, informó de que el despacho de abogados Ritch, Mueller, Heather y Nicolau no detectó “evidencia o indicio alguno de conductas contrarias a la ley ni al código de ética, ni de pagos en dinero o en especie, ya sea directa o indirectamente, a ningún juez, magistrado o funcionario público”.

La empresa mexicana Infraiber acusó a principios de julio a varias instituciones públicas de no actuar contra supuestas prácticas corruptas de OHL México.