Así lo anunció durante la presentación del informe 'BP Statistical Review of World Energy 2015’, en el que adelantó que “seguramente” el lanzamiento del primer concurso de potencia renovable en la península desde la aprobación de la reforma energética se producirá después del período estival.

En concreto, este primer concurso, anunciado el pasado mes de abril, permitirá la instalación de 700 MW de tecnología renovable, 500 MW de ellos de eólica y otros 200 MW de biomasa.

“Vamos a hacer un esfuerzo en biomasa, hay muchos parques eólicos muy buenos en números de horas pero están con máquinas muy antiguas”, apuntó Nadal, quien sostuvo que “hay que ajustar la penetración a la reducción de costes”.

En este sentido, aclaró que desde Industria no se lanzarán “como locos” a la producción de renovables, para “no volver a cometer los errores de 2007 y 2008”, que condujeron a que todavía hoy “seguimos teniendo más del 70% de potencia instalada de termosolar en el mundo”.

En todo caso, auguró que la energía fotovoltaica es “muy prometedora” respecto a la reducción de costes y pronosticó que España “está llamada a ser una potencia de producción de energía solar, pero en su momento”, cuando se produzca un “reemplazo natural”.

En cuanto a la energía nuclear, consideró que “está bien como está”, ya que “tiene que seguir aportando al ‘mix’”, puesto que “no produce CO” y es "lo que más abarata el precio del mercado con diferencia”.

Nadal destacó que durante la legislatura desde el Ministerio de Industria han trabajado para “estabilizar” el sistema energético, de forma que, a pesar de “fuertes controversias” la realidad muestra que “desde muchos puntos de vista estamos en el camino adecuado”.

Asimismo, Nadal subrayó que la penetración de las renovables se sitúa aproximadamente en el 17,5%, lo que supone “casi cuatro puntos por encima de la senda comprometida” para alcanzar el objetivo del 20% en el año 2020.

El secretario de Estado de Energía auguró un crecimiento de todas las energías este año, probablemente “muy débil” el del consumo de hidrocarburos, al tiempo que continuará aumentando el peso de las renovables dentro del ‘mix’ energético.

De esta forma, Nadal abogó por “seguir en esta línea” de política energética, basada en la corrección de los desequilibrios, la eficiencia energética y la modernización del sistema de generación y de consumo.