Según Feaps Madrid, esta modalidad se acerca al concepto de educación inclusiva deseada, pero al mismo tiempo requiere unas ratios más reducidas, que posibiliten una oferta educativa y social de calidad.

Asimismo, Feaps pidió actualizar la orden que regula las ratios de estudiantes con discapacidad por cada clase, pues “establece un proceso de baremación demasiado rígido que no tiene en cuenta las necesidades de aprendizaje y apoyo” de cada alumno y centro en concreto; crear equipos de orientación psicopedagógicos especializados en discapacidad intelectual, y poner en marcha actividades y programas dirigidos al patio y a los espacios comunes.

“Recreos, comedores y demás espacios de juego han de ser estructurados para permitir la participación de alumnos con discapacidad intelectual y evitar situaciones no deseadas por la comunidad educativa”, apuntó Feaps.

Estas propuestas son el resultado de varias jornadas de reflexión en las que han participado familiares de estudiantes matriculados en diversas modalidades (centros de educación especial, centros preferentes y centros ordinarios públicos y concertados), con el objetivo de mejorar la educación inclusiva en Madrid.